En tiempos de incertidumbre, una de las mejores cosas que podemos hacer para aliviar nuestros temores es educarnos con investigación, hechos y datos. Profundizar en experiencias pasadas revisando las tendencias históricas, entendiendo los picos y los valles de lo que nos ha precedido es una de las muchas maneras en que podemos evaluar con confianza cualquier situación. Con las preocupaciones de una recesión global en la mente de todos hoy día, es importante dar un vistazo objetivo a lo que ha sucedido a lo largo de los años y como el mercado de la vivienda ha resistido con éxito estas tormentas.
1.El mercado actual es muy diferente al de 2008
Todos recordamos 2008. Este no es 2008. Las condiciones actuales del mercado están lejos de la época en la que la vivienda fue un factor clave que desencadenó la recesión. Desde hipotecas de fácil acceso hasta precios de la vivienda elevados; un excedente de inventario, un exceso de capital y mucho mas. No estamos donde estábamos hace 12 años. Ninguno de esos factores está en juego hoy. Tenga la seguridad de que, la vivienda no es un catalizador que puede enviarnos de regreso a ese momento o lugar.
Según Danielle Hale, Economista principal de Realtor.com, si hay una recesión:
“Sera diferente de la Gran Recesión. Las cosas se desmoronaron bastante rápido, y luego la recuperación fue bastante lenta. Yo esperaría que esto fuera mas suave. No hay disfunción en el sistema bancario, no tenemos muchos hogares que están sobre apalancados con sus pagos hipotecarios y potencialmente en problemas”.
Además, el pronóstico del PIB de Goldman Sachs publicado esta semana indica que, aunque no se prevé un aumento inmediatamente, se pronostican ganancias entrando a la segunda mitad de este año y se pondrá mas fuertes a principios de 2021.Ambas fuentes expertas indican que este es un evento momentáneo en el tiempo, no un colapso de la industria financiera. Es una caída que repuntará rápidamente. Una diferencia marcada con el desplome de 2008, que no pudo volver a una sensación de normalidad en casi cuatro años. Aunque plantea muchos desafíos financieros a corto plazo, una recesión potencial este año no es una repetición del desplome del mercado de la vivienda a largo plazo que todos recordamos muy bien.
2. Una recesión no es igual a una crisis de la vivienda
A continuación, vea las últimas cinco recesiones en la historia de los Estados Unidos. En realidad, el valor de las viviendas aprecio en tres de ellas. Es cierto que descendió casi un 20 % en la última recesión, pero como hemos identificado anteriormente, 2008 presentó circunstancias diferentes. En las cuatro recesiones anteriores, el valor de las viviendas deprecio una sola vez (menos del 2 %). En las otras tres, el valor de los bienes raíces residenciales, aumentó 3.5 %, 6.1 % y 6.6 % (véase mas abajo):3. Podemos estar seguros de lo que sabemos
Las preocupaciones sobre el impacto global que COVID-19 tendrá en la economía son reales. Y dan miedo, ya que la salud y el bienestar de nuestros amigos, familiares y seres queridos están en lo mas alto del radar emocional de todos.
Según Bloomberg,
“Varios economistas dejaron claro que el alcance del desastre económicos dependerá de factores como el tiempo que dure el virus, si los gobiernos reducirán lo suficiente la política fiscal y si pueden los mercados evitar su congelación”.
Dicho esto, Podemos estar seguros de que, si bien no sabemos el impacto exacto que el virus tendrá en el mercado de la vivienda, sabemos que la vivienda no es el motor principal.
Las razones por las que nos movemos – matrimonio, hijos, cambio de trabajo, jubilación, etc.- Son partes firmes de la vida. Como se señaló en una pieza reciente del New York Times, “Todo el mundo necesita un lugar para vivir”. Eso no cambiará.
En conclusión,
Las preocupaciones sobre la recesión son reales, pero la vivienda no es el motor principal. Si tiene preguntas sobre lo que significa para los planes de compra o venta de su familia, comuniquémonos para discutir sus necesidades.